Grupo de autoayuda Fobia Social, Timidez Extrema, trastorno de panico

domingo, 30 de diciembre de 2012

Talleres de Oratoria ...humm no son la salida

Los talleres de oratoria por lo general son importantes porque te dan tecnicas necesarias para organizar un discurso, pero no son la solucion a tu problema de ansiedad nerviosismo, fobia, pánico, trastorno de miedo, no tienen la barita magica para cambiar personas, si una persona no lee nunca va a ser un buen orador. El enfrentarte a un publico y dominarlo solo es temporal despues de un tiempo el miedo regresara pues no lo has tratado, solo te has acostumbrado a un publico y en un determinado contexto, en otra ocasion volveras a sentir pánico, incluso si te inscribes en el curso inadecuado puedes hasta pasar malos momentos pues te pueden aventar a la piscina de forma brusca lo que para muchas personas estaria bien para ti puede significar incluso un trauma en funcion a factores como la edad o el problema que tengas. En resumen no gastes dinero en cursos extensos de oratoria son innecesarios, prueba con uno ràpido, mucho mas importante que la oratoria es la lectura, pues te da mas seguridad.

Cuando el miedo se convierte en tu enemigo

El miedo es propio del ser humano, gracias a el hemos logrado sobrevivir, sin el no tendriamos precaucion ni encontrariamos emocion en hacer las cosas, sin embargo el problema esta cuando el miedo se convierte en tu enemigo, no te deja realizar las cosas, no puedes exponer porque de inhabilita completamente (a diferencia de las demas personas) no puedes desenvolverte con normalidad frente a otras personas y por lo tanto no puedes hacer tu vida de la mejor manera o de forma normal, lo que acarrea no solamente que te sientas trizte sino otros problemas como la depresion. Lo importante es que te des cuenta de que tienes un problema y como todo problema existe una solución, ese miedo no es parte de tu esencia, de tu forma de ser como siempre has pensado, los puedes mitigar y lograr una vida como la que siempre has soñado.

martes, 11 de enero de 2011

El conciente y el inconciente



Muchos buscan en los libros de Oratoria, el secreto para perder el miedo a hablar el público, este secreto tan apreciado y que paradójicamente esta en nosotros mismos, en ese otro ser conocido como el inconsciente. Como menciona Emile Coue, famoso psicólogo y farmacólogo, tenemos 2 individuos el consciente y el inconsciente. Siendo el inconsciente el que gobierna nuestra voluntad con la ayuda de la imaginación. Citare el ejemplo del mismo Coure en su libro “El dominio de sí mismo”: Si tenemos una tabla de 10 metros de largo por 25 centímetros de ancho, y la ponemos en el suelo dispuestos a pasar por ella, muchos lo podremos hacer sin problema, si es que no padecemos de alguna deficiencia psicomotriz, pero si ponemos esa misma tabla entre dos edificios de 10 pisos, muchos ni siquiera nos atreveríamos a pasar, mientras que otros lo harían con menos confianza que cuando esta se encontraba en el suelo, lo que sucede es que nuestra imaginación, evocó valga la redundancia, una imagen trágica de una caída , nos imaginamos cayendo, por lo tanto no somos capaces de hacerlo bien, esa fuerza que gobierna nuestra voluntad en ese momento es el inconciente. Ese inconciente generalmente recibe órdenes, las asimila muy rápido y no la olvida del modo tan fácil que el conciente. Si desde niños nos dijeron que no eramos buenos para las matemáticas, nunca lo seremos. Por lo tanto ese inconciente siempre tiene que ser alimentado positivamente por que de lo contrario puede traer consecuencias incluso trágicas. Por citar otro ejemplo personal, a mí me gusta el ciclismo, pero nunca lo he practicado en otro lugar que no sea el campo, siempre he visto con ojos de admiración a aquellos ciclistas que conducen en la carretera o en el tráfico de la ciudad. Me pasa que cuando estoy en una pista y veo venir un auto, la línea recta de mi trayectoria y la seguridad del manejo, la pierdo inmediatamente e incluso pareciera que el timón se guiara por sí solo hacia el el auto, ese es no otro que mi inconciente.